Argentina atravesó numerosos obstáculos económicos a lo largo de su historia, sorteando y transitando planes muy diferentes que buscaron, en sí, solucionar la inflación y frenar la suba desenfrenada de precios. En la crisis de 2001, en el medio de una inestabilidad sin precedentes, el Estado propuso las cuasimonedas.
En su momento, el Gobierno de Fernando De La Rúa propuso poner en circulación una serie de cuasimonedas como equivalentes al peso argentino, con la finalidad de recaudar fondos para pagar la deuda pública con las provincias del país. Entre las más utilizadas se encontraban los Lecops y los Patacones en la provincia de Buenos Aires. Se les llamó «cuasimonedas» porque, aunque no eran dinero oficial, podían ser usados para pagar salarios y otras obligaciones del Estado.
Qué eran los Lecop
Los Lecops (Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales) se usaron principalmente para pagar salarios y proveedores del estado, funcionando en paralelo al peso argentino. Emitidas en denominaciones similares a la moneda oficial, los Lecops ayudaron a aliviar la falta de liquidez y permitieron que las transacciones continuaran durante un período de incertidumbre económica.
Si bien no eran moneda oficial, se aceptaban en varios comercios que lo tuvieron que aplicar con el tiempo, proporcionando una solución temporal a la escasez de dinero en circulación.
Qué eran los Patacones
Los Bonos Patacón fueron otra cuasimoneda utilizada en la Provincia de Buenos Aires, emitidos en el gobierno de Carlos Ruckauf, y equivalían normalmente a un peso argentino. Se emitieron valores de 1, 2, 5, 10, 20, 50 y 100 patacones. También existió el patacón de 50 centavos, aunque de muy escasa circulación. Este bono tenía una tasa de interés del 7% y hubo dos series. Se calcula que el monto total de emisión llegó a 2705 millones de patacones.
Al principio, la circulación de los patacones generó controversia, ya que se usaron principalmente para pagar salarios de empleados públicos, obligándolos a entrar en la economía de forma forzada. Como compensación, se permitió a la ciudadanía usarlos para pagar ciertos impuestos.
Debido a la crisis, los comercios también empezaron a aceptarlos, en general respetando su valor nominal, tanto en la provincia de Buenos Aires como en la Capital Federal. Sin embargo, en el mercado, los patacones se negociaban a un valor menor que el del peso, aunque su cotización tendía a acercarse al valor nominal a medida que se acercaba su fecha de vencimiento.
Qué pasó con los Lecop y Patacones
Con el fin de la convertibilidad en enero de 2002 y el establecimiento de una política monetaria más flexible, Argentina comenzó a salir lentamente de la crisis. En ese proceso, el gobierno nacional se enfocó en retirar de circulación las cuasimonedas a medida que la economía se estabilizaba. A partir de 2003, con la mejora de las finanzas públicas, las provincias las fueron canjeando por pesos, y finalmente, en 2004, desaparecieron por completo del mercado.
Las cuasimonedas fueron un símbolo de la gravedad de la crisis económica argentina de esos años, una solución de emergencia frente a la escasez de pesos y una clara manifestación de la falta de confianza en las instituciones financieras y económicas del país en ese momento.
Otras cuasimonedas que aparecieron en 2001
- Bocade (Bono de Cancelación de Deuda): utilizada en Córdoba, circuló durante la crisis para hacer frente a la falta de dinero y la deuda provincial.
- Quebracho: emitida por la provincia de Entre Ríos.
- Patacones II: una segunda serie de Patacones emitida por la provincia de Buenos Aires cuando la primera serie comenzó a escasear.
- Petrobonos: emitidos por la provincia de Mendoza.
- Federal: emitido por la provincia de Entre Ríos.
