En el precio de la oleaginosa influyen el anuncio de estímulo para impulsar la economía de China, las condiciones climáticas adversas en Brasil, y la baja de las tasas de la Reserva Federal en 50 puntos básicos. El maíz y el trigo no logran mantenerse y bajan.
La soja extiende buena performance este martes 24 de septiembre después de que China anunciara un amplio abanico de medidas de estímulo para impulsar su debilitada economía.
En el precio de la oleaginosa también influyen las condiciones climáticas adversas en Brasil, que está en período de cosecha, así como la baja de las tasas de la Reserva Federal en 50 puntos básicos. El maíz y el trigo no logran mantenerse y bajan.
La soja recorta avance inicial y sube 0,2% en Chicago a u$s382,40 por tonelada, luego de tocar máximos de dos meses, mientras que el maíz cede 0,3% a u$s162,30 por tonelada y el trigo desciende 1% a u$s211,92.
«Los temores refieren a la cuestión climática de Brasil, que están en período de siembra y necesitan que llueva. Por otro lado, influye la baja de la tasa de interés, que hace que los fondos recorten las posiciones vendidas y le puede dar un impulso a los precios. Pero, si uno ve la cantidad de soja que hay en el mundo, estamos en un mercado sobre ofertado, así que puede ser algo ahora de corto plazo por esas tensiones. Debería ser una catástrofe productiva en Brasil para que los precios suban», explicó a Ámbito Gonzalo Agusto, economista Jefe del Departamento de Economía de la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Este mes, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) mantuvo sin cambios su estimación del rendimiento nacional de la soja, que alcanzó la cifra récord de 53,2 bushels por acre, según precisó Reuters.
China y un fuerte estímulo para reactivar su economía
China anunció planes para reducir los costos de los préstamos e inyectar más fondos en la economía, para aliviar la carga que supone para los hogares el pago de las hipotecas, al tiempo que informó que pondría en marcha por primera vez instrumentos de política monetaria estructural para ayudar a estabilizar los mercados de capitales.
Se trata del mayor estímulo desde la pandemia del COVID-19 para reactivar la economía y acercarla de nuevo al objetivo de crecimiento del gobierno.