El virus de Marburgo es uno de los más letales que existen en el mundo. En la actualidad, un brote en Guinea Ecuatorial preocupa a las autoridades tanto locales como internacionales, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene una fuerte vigilancia en la región.
Por Ángelica Ferrer.
Sin embargo, ante las experiencias previas con este letal padecimiento, su parecido con el ébola y las dificultades surgidas a raíz del COVID-19, surge una interrogante: ¿hay posibilidad de que se convierta en una epidemia o pandemia?
De acuerdo con la epidemióloga colombiana Silvana Zapata Bedoya, quien es parte del Departamento Administrativo de Planeación de Antioquía, es pronto para señalar que esto pudiese pasar.
«Hasta ahora es la investigación de un posible brote entre las comunidades y está en contención«, comentó a Sputnik.
Sin embargo, la OMS reforzó el cerco sanitario en Guinea Ecuatorial, nación que declaró estado de emergencia desde el 13 de febrero y donde hay más de 200 casos sospechosos.
Se teme que, como ocurrió durante el 2022 en Ghana, la situación se replique en países colindantes, como Camerún, que decidió limitar el acceso en sus fronteras y, pese a ello, tiene dos casos sospechosos, de acuerdo con Expansión.
Todo puede suceder
En entrevista para Sputnik, el infectólogo mexicano Alejandro Macías señaló que, a pesar de que no es un virus nuevo (se conoce desde 1967) y los murciélagos egipcios de fruta que lo propagan (Rousettus aegyptiacus) se localizan principalmente en África, su comportamiento puede variar.
«Todo es posible, pero esas no son infecciones que se transmitan por el aire. Estas requieren, primero que haya alguien que, al estar muy cerca de los murciélagos de la fruta en el África, principales depositorios del virus, tengan contacto con los excrementos [de los animales]. Por ejemplo, si entras en una cueva y te infectas de eso, sales y luego puedes [transmitirlo] a tus vecinos, tus familiares y [personas] con contacto muy estrecho«, detalla.
El excomisionado de salud en México durante la pandemia de gripe A H1N1 puntualizó que los casos de virus de Marburgo ocurren con mayor frecuencia en zonas con poco acceso al agua y precarias condiciones de higiene.
«Pero cuando hay condiciones mínimas de [sanidad], donde puede haber más distancia entre las personas e higiene de las manos, un brote se contiene con más facilidad. [Ante la situación actual], sería muy difícil que ocurra una epidemia y aún más que se generalizara [en todo el planeta]. El riesgo de pandemia existe, pero es muy bajo«, acotó el médico.
¿Cómo prevenir la enfermedad de Marburgo?
El virus de Marburgo tiene un periodo de incubación (lapso entre la infección y las primeras señales de alerta) de dos a 21 días.
Los síntomas de las personas que desarrollan la enfermedad son fiebre alta, dolor intenso de cabeza y malestar general. Tras siete días, pueden presentar hemorragias graves.
Este padecimiento tiene un nivel de letalidad de hasta 88% y su comportamiento es muy similar al del ébola. Lo único que los médicos pueden realizar son tratamientos para disminuir los síntomas y mantener hidratadas a las personas con sueros, de acuerdo con la OMS. No obstante, hay algunas medidas que se pueden tener a nivel mundial, sin importar que en sitios involucrados no prolifere el murciélago de la fruta.
«Las enfermedades infecciosas no tienen frontera y nunca sabemos cuándo un viajero que venga de donde sea pueda [llegar] con una [patología] de este y otros tipos. En términos generales, [la prevención] inicia con conductas mínimas de [limpieza], como evitar comer alimentos que sabemos que son insalubres y en sitios con mala higiene. [Lavar o utilizar gel antibacterial] en manos frecuentemente y beber agua limpia. Eso nos reduce las posibilidades de padecer infecciones por contacto», mencionó Macías.
Además, aclaró que la manera en la que el padecimiento de Marburgo se contrae solamente es al estar expuestos a piel lesionada, mucosa con sangre, secreciones, órganos o líquidos de personas enfermas, así como prendas o sitios contaminados con estos elementos.
Sumados a estas medidas personales, los gobiernos cuentan con protocolos para actuar en situaciones como la que representa este filovirus.
«Por ejemplo, México tiene planes de preparación. Es signatario del Reglamento sanitario internacional, donde hay mecanismo de respuesta para eso. Primero, hay [lineamientos] para dar aviso. Posteriormente [existen estipulaciones] para implementar acciones de laboratorios, identificar los casos, aislarlos y ponerles un cerco sanitario (…) Cuando son infecciones por contacto, responden mejor a los cercos, [ya que] la higiene limita el desarrollo del brote», puntualizó.
El especialista agregó que «no es lo mismo que el coronavirus o la influenza, que se transmiten por el aire (…) En (esta situación), es mucho más pobre la respuesta a las acciones de salud pública. Por eso, una pandemia es más probable que surja por una infección por aire que por un filovirus«.
El cambio climático puede intensificar la aparición de nuevos virus
El especialista mexicano explicó que, si bien la existencia del virus de Marburgo no tiene relación con el cambio climático, las afectaciones a la naturaleza propiciarán que más enfermedades, sin importar su gravedad, aparezcan en el planeta.
«Este caso en particular de Marburgo en Guinea Ecuatorial, seguramente fue alguien que se introdujo en [la zona]. Pero los ambientes están cambiando y los animales están migrando a zonas más frescas donde habitualmente no existían y pueden llevar consigo infecciones. Por un lado, es poco probable [que el brote actual sea por condiciones adversas en la Tierra], pero es verdad que el cambio climático dará lugar a brotes como este en el futuro y a enfermedades de otro tipo. Eso es cierto», finalizó Macías.
@Sputnik
/ Imagen principal: © Foto : Pexels