Con una proyección oficial de 49 millones de toneladas para la campaña 2024/25, el complejo sojero atraviesa semanas sensibles. El retraso en la cosecha encendió alertas por posibles pérdidas de rendimiento.
El ingreso de aire frío y la ausencia de lluvias en los próximos días podrían marcar un punto de inflexión para la cosecha de soja en Argentina, que arrastra demoras tras semanas de precipitaciones. Según advirtieron este miércoles las bolsas de cereales de Buenos Aires y de Rosario, las nuevas condiciones permitirán mejorar el estado de los suelos y avanzar con la recolección, especialmente en zonas productivas clave, algo que podría acelerar la liquidación de divisas.
Con una proyección oficial de 49 millones de toneladas para la campaña 2024/25, el complejo sojero -principal generador de divisas del país a través de la exportación de harina y aceite- atraviesa semanas sensibles. El retraso en la cosecha encendió alertas por posibles pérdidas de rendimiento.
De acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BdeC), se espera un marcado descenso térmico, con posibles heladas en zonas del centro agrícola. Este fenómeno podría contribuir al secado de los lotes, luego del impacto de las lluvias recientes.
“Son fríos esperados que pueden ayudar a secar más, a que haya mejores condiciones de cosecha”, señaló Cristian Russo, jefe de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). “Después de las lluvias, estas condiciones pueden ser un factor positivo para recuperar lotes y avanzar”, añadió en diálogo con Reuters.
El último relevamiento de la BdeC muestra que, en el norte bonaerense, la cosecha se encuentra entre 9 y 20 puntos porcentuales por detrás del ritmo registrado en igual período del ciclo anterior. A nivel nacional, el avance alcanzaba el 74,3% hasta la semana pasada.
En su informe agroclimático, la entidad porteña anticipó que entre el 29 de mayo y el 4 de junio predominarán los aportes escasos o nulos de precipitaciones (menos de 10 mm) en la mayor parte del área agrícola, lo que da margen para normalizar tareas tras los contratiempos recientes.