Fernando Iglesias, uno de los diputados que durante años vivió aferrado a las polleras de Elisa Carrió, desarrolló una clara habilidad para ir pasando por los partidos de centro derecha sin solución de continuidad y olvidando sus anteriores lealtades. Así pasó por el macrismo y ahora devino en un furibundo defensor del modelo libertario. Tanta es su devoción y entrega que no sólo dejó de lado la posibilidad de renovar su banca de diputados para cumplir con el sueño de ser embajador ante la Unión Europea. Así que Bruselas parece ser su inminente destino porque el gobierno de Javier Milei ya solicitó el placet que lo postula como embajador ante la UE. Ahora resta esperar la aprobación, que la Casa Rosada lo descuenta y espera que pueda asumir antes de fin de año, con el objetivo de destrabar la puesta en marcha del acuerdo político y comercial entre el Mercosur y Europa que ya lleva un año desde su firma.
El cargo permanece vacante desde junio de 2024, cuando Atilio Berardi fue reasignado a la embajada de Argelia. La prolongada ausencia de un representante argentino ante la Unión Europea, en un momento decisivo para el acuerdo comercial, refleja las dificultades del gobierno para sostener una política exterior con continuidad, sumado a los múltiples cambios que ha atravesado la Cancillería desde la asunción de Javier Milei.
Aunque no se pronunció tras su nominación como embajador, el hombre vinculado a Patricia Bullrich se quejó por los medios no lo trataron muy bien cuando dijeron que carece de formación en asuntos internacionales: “Magister cum laude en Relaciones Internacionales de la Universidad de Bologna, con especialización en Europa y Latinoamérica. Profesor de Teoría de la globalización de la UCES. Profesor de Gobernabilidad internacional de la Universidad Belgrano. Director de la cátedra Spinelli de integración regional del Consorzio Universitario Italo Argentino” tuiteó el legislador de fácil cólera.
Si bien el pedido formal se realizó este jueves, Iglesias ya integró la comitiva presidencial en varias de las últimas giras de Milei y presenció la semana pasada la asunción del nuevo canciller, Pablo Quirno, en el salón blanco de la Casa Rosada. Lo que daba cuenta del acercamiento cada vez más marcado entre el prácticamente un exhombre del Pro y el gobierno libertario, tras años de rispideces, fiel al estilo confrontativo de Iglesias. En 2021, el futuro embajador había cruzado al actual presidente por no haber acudido a su primera sesión como diputado: “En el sector privado, si faltás el primer día de laburo, te echan” lanzó.
De perfil liberal y con gran actividad en la red social X, Iglesias fue noticia en reiteradas ocasiones por protagonizar entredichos en la Cámara de Diputados tanto con sus compañeros de bloque como con sus adversarios. Además, X se transformó en el campo de batalla preferido.
En su gestión como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados durante el macrismo, Iglesias fue uno de los impulsores del acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur. Un tratado que lleva alrededor de un cuarto de siglo de debate y que a fines de 2024 fue firmado por ambas partes, restando solamente su puesta en marcha. En septiembre entró en proceso de ratificación en, y días atrás el ministro español de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, dijo que espera que se oficialice “en las próximas semanas”.
El acuerdo establece la eliminación de aranceles para alrededor del 92 por ciento de las exportaciones hacia Europa y cerca del 91 por ciento de las importaciones desde el viejo continente. Si bien la medida favorecería al sector agroganadero con la apertura de un nuevo mercado, desde varios sectores industriales existe el temor por la competencia en productos con alto valor agregado, afectando la producción local y generando pérdida de empleo industrial, un sector que ya viene siendo muy afectado.
En paralelo, la nominación profundiza la reconfiguración interna del PRO, partido que atraviesa un proceso de dispersión entre quienes se marcharon hacia las filas violetas y los que por ahora se mantienen críticos desde la oposición. La salida de Iglesias del Congreso hacia una embajada de peso como la europea confirma la absorción progresiva de algunos de los referentes amarillos por parte del oficialismo.
