El dirigente radical Julio Martínez, exministro de Defensa durante la presidencia de Mauricio Macri, se refirió a la designación de Carlos Presti al frente del ministerio de Defensa y sostuvo que «no pone riesgo de manera alguna la democracia” que un militar esté al frente de la cartera. No obstante, sí cree que debe «pasar a retiro» y dejar su cargo de jefe del Estado Mayor General del Ejército.
El también exsenador nacional dijo en diálogo con Ámbito: “Si hace 20, 30 o 40 años se hubiera tomado la decisión de designar a un militar en el ministerio de Defensa, yo me hubiera opuesto fervientemente. Pero ya transcurridos más de 40 años de democracia, y gracias a Raúl Alfonsín, tenemos fuerzas armadas de la democracia, subordinadas a la Constitución y al control civil del presidente de la Nación; es decir, subordinadas a voluntad popular”.
“Todos los riesgos y causales que ponían en peligro el Estado de Derecho desaparecieron, ya que tenemos fuerzas armadas formadas en y para la democracia”, afirmó el riojano. Y agregó: “En otros países del mundo, como los Estados Unidos y los de la UE es muy común la designación de militares para cumplir distintos cargos, y eso no genera ningún tipo de controversia ni discusión. Obviamente ellos no tuvieron la historia de interrupciones del orden democrático como nosotros”.
Consultado sobre las menciones familiares que lo vinculan con la última dictadura cívico militar, Martínez dijo: “Debemos aclarar que, las fuerzas armadas actuales en su totalidad han sido formadas en la democracia. Cuando ocurrió el golpe militar en el 76, Presti tenía 10 años. Cuando vuelve la democracia en el 83, tenía 17 años”, expresó, y añadió: “O sea que él, al igual que todos los militares del presente, no han tenido ninguna participación en el tema de la dictadura militar, ni han sido cómplices, ni siquiera estuvieron en ese tiempo”.
“No se puede decir lo mismo, por ejemplo, del exjefe del Ejército César Milani”, reflexionó. El dardo del riojano fue apuntado a la administración de Cristina Kirchner que dio luz verde al ascenso y asunción de Milani a la conducción del Ejército.
En otra parte de las declaraciones detalló: “Nunca estuve de acuerdo con condenar a nadie por portación de apellido. Eso lo hacían los nazis, y también lo hizo el kirchnerismo. Por lo tanto, no estoy de acuerdo en condenar o juzgar a Presti por lo que haya realizado o no su padre”.
El ministro de Defensa Luis Petri en 2024 por Resolución 680 del mismo año disolvió el denominado Grupo de Trabajo de Derechos Humanos cuya tarea consistía en revisar y compilar archivos de presunto valor histórico de actividades de las FFAA y su personal pero que en realidad servía para pesquisar vínculos familiares de militares en actividad con los que prestaron servicio en los setenta.
«Presti deberá pasar a retiro»
Martínez dio más contenido a su posición: “También debemos aclarar que el control civil de las Fuerzas Armadas está garantizado por tres razones fundamentales: porque el presidente es el comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, y es civil, por la vigencia de las tres leyes que así lo indican (Ley de Defensa Nacional, Ley de Seguridad Interior y Ley de Inteligencia) y porque el teniente general Carlos Alberto Presti deberá pedir su retiro de la fuerza, y asumir como civil el cargo de ministro de Defensa».
Y recordó: “Cuando llegué al ministerio encontré una situación de absoluta irregularidad, con el entonces teniente coronel (médico) Sergio Berni. Fue senador, no sé cuántos cargos tuvo y estaba todavía bajo bandera en el Ejército. Eso no es normal. No tiene que ser así. Lo pasamos al retiro”, concluyó Martínez.
“Hay artículos de la Ley de Personal Militar que así lo dicen, que no pueden asumir cargos políticos ajenos o distintos a sus funciones. Para ello tiene que tener una autorización superior o pasar a situación de retiro”, sostuvo ante la consulta de Ámbito.
Salarios, IOSFA y equipamiento
Por último, el exministro afirmó: “Mi mayor preocupación en materia de Defensa no es la designación del nuevo ministro, sino los desafíos y urgencias que hay que resolver, como el problema del IOSFA, los sueldos de los militares, y la necesidad de dotar a las fuerzas de equipamiento adecuado y materiales tales como drones, misiles, etcétera, que permitan estar preparados para cumplir las verdaderas misiones que le asignan la Constitución y las leyes».
En las fuerzas se le reconoce al riojano Martínez la solución de un reclamo salarial: la inclusión (blanqueo) en el haber de suplementos fijos no remunerativos que se pagaban en negro, distorsionando la política salarial de las fuerzas. La creación de las sumas fijas no remunerativas fue una estafa al salario surgida en los 90 por iniciativa de Domingo Cavallo y originó miles de juicios al Estado por errónea liquidación, todos ganados.
La administración Macri finalizó su mandato antes de poder cumplimentar con el 100 por ciento del plan de regularización de tareas, que se completó en la gestión de Cristina Kirchner.
En la actualidad los uniformados esperan otra corrección, prometida por Javier Milei y Luis Petri; una escala que corrija la distorsión y jerarquice los haberes militares al estándar de los que perciben las fuerzas de seguridad.
