En la reunión en Casa Rosada la CGT apenas pudo expresar su rechazo, pero no consiguió una convocatoria formal para discutir el proyecto oficial, del cual desconoce los detalles.
El gesto adusto de Gerardo Martínez, líder de la UOCRA y hombre fuerte de la CGT, a la salida de la Casa Rosada lo resumía todo. El Consejo de Mayo de este miércoles estuvo lejos de ser la reunión para discutir la reforma laboral que tanto pedía la central. Apenas fue una presentación de puntos principales, pero sin detalles ni posibilidades de un ida y vuelta. Ante este nuevo desplante, los gremios aceleran la alianza con pymes y dejan un mensaje a la Rosada: «Vamos a ir a la confrontación si no somos escuchados».
Desde hace meses, el Gobierno juega al misterio con la reforma laboral y deja pedaleando en el aire a los gremios, quienes no saben bien cómo intervenir en una discusión en la que no son invitados, pero están directamente afectados. A los reiterados pedidos de reunión que hacen, tanto en público como en privado, solo obtienen evasivas.
La última reunión del Consejo de Mayo fue un claro ejemplo de este pedaleo. Martínez ingresó a la Rosada con una pequeña expectativa de abrir un diálogo con el Gobierno, pero se llevó una nueva decepción. Apenas pudo dejar sentado el desacuerdo de la CGT con los puntos del proyecto que enumeró el funcionario que actuó de vocero: el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, quizás el hombre del oficialismo más antipático para los gremios. Toda una señal.
Según pudo reconstruir este medio, el Coloso escuchó las críticas de Martínez, pero no contestó, sin importarle sus modos poco diplomáticos. Desde el círculo cercano del líder sindical, aseguran que no salió «caliente» de la reunión, pero la foto oficial del Consejo de Mayo deja otra imagen. Es la única persona que no sonríe. Está más bien serio, apartado a un costado, como incómodo.
Consejo de Mayo
A su salida dio pocos detalles de lo ocurrido, pero suficientes para transmitir la desazón. «No estamos de acuerdo con los objetivos que se plantean por parte de Federico Sturzenegger», aseguró al mismo tiempo que dejó sobre la mesa la posibilidad de una movilización o un paro si no hay acuerdo.
Tras el Consejo de Mayo el escenario es claro. Al Gobierno no le interesa consensuar con la CGT, sobre todo después del triunfo electoral de octubre. En Azopardo 802 lo saben y por eso avanzan con su propia estrategia. En los últimos días, aceleraron las gestiones para construir o reflotar alianzas con gobernadores, legisladores y sectores pymes, con el objetivo de llegar preparados al 9 de diciembre, la fecha probable para la llegada del proyecto del Gobierno al Congreso.
La alianza con pymes
Uno de los mayores desafíos de la CGT, será sumar aliados en el sector empresarial. Tarea difícil, si las hay. Sobre todo, si se tiene en cuenta que algunos de los puntos que circulan del proyecto de reforma laboral son pedidos históricos de varias cámaras empresariales. Sin embargo, desde Azopardo aspiran a romper ese frente y conseguir voluntades en el sector pyme.
Este miércoles, el triunvirato de la CGT recibió a representantes de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), entidades que agrupan a un numeroso conjunto de cámaras Pymes de todo el país. «Hubo buena sintonía», confiaron a este medio desde la central.
Fue un intento para romper la percepción de que todos los empresarios apoyan la reforma del gobierno. En el encuentro, salieron con una postura en común: saber de qué se trata el proyecto (hoy desconocido) y rechazar la injerencia estatal en la relación entre trabajadores y empresarios.
«Nos fuimos con la seguridad de que no van a ser reformas que vengan a solucionar los problemas de empresarios y trabajadores«, confiaron a este medio desde el triunvirato de la CGT.
Si será suficiente o no para influir en la discusión en el Congreso está por verse, pero es claro que sin usar todas las cartas, las muchas o pocas que tenga la CGT, será difícil pararse ante un gobierno envalentonado después de octubre.
