Javier Milei volvió a vestirse de predicador del mercado. En su escala por Nueva York, el Presidente buscó seducir a un puñado de ejecutivos de las principales compañías globales con su plan de “modernización económica”. El encuentro se realizó en el Council of the Americas, donde escucharon su exposición representantes de Pfizer, Pepsico, Glencore, Morgan Stanley, Merck y FedEx, entre otros.
Acompañado por Luis Caputo, Pablo Quirno, Karina Milei y el embajador Alec Oxenford, el ultraderechista habló durante más de una hora y media sobre sus ejes de gobierno: equilibrio fiscal, desregulación y apertura. Repitió su eslogan favorito –“el capitalismo es moralmente superior”– y prometió un país “amigable con las inversiones”.
El auditorio lo escuchó con atención, aunque sin aplausos. Los empresarios quieren certezas, no declaraciones. Y si algo escasea hoy en la Argentina, es previsibilidad.
El evangelio del libre mercado frente a los dueños del capital
Mientras Milei desplegaba su credo libertario en Nueva York, su mensaje apuntó directo al corazón del poder económico. Llamó a invertir en la Argentina, prometiendo desregulación, reducción de impuestos, menos controles para contratar personal y una reforma laboral orientada a los empleadores.
En la reunión, Milei aseguró que su gobierno avanza hacia “un marco de reglas simples, estables y amigables con el capital”, una definición que busca entusiasmar a las corporaciones que ya operan en el país. “Vamos a eliminar trabas, regulaciones absurdas y toda forma de castigo al que produce”, insistió frente a representantes de Pfizer, Glencore, Pepsico, Morgan Stanley y Merck, reunidos en el Council of the Americas.
A la par de esas promesas, desde el exterior también llegó una advertencia. Pimco, uno de los fondos de inversión más influyentes del planeta, reclamó al Gobierno avanzar hacia la libre flotación del dólar.
La posición del gigante financiero –que administra más de 1,8 billones de dólares– expuso el tono general de los inversores: más libertad cambiaria, menos intervención del Estado y un rumbo económico previsible.
Entre Wall Street y la fe
Tras el encuentro con empresarios, el Presidente emprenderá una visita espiritual al Ohel, el mausoleo del rabino Menachem Mendel Schneerson, figura central del judaísmo moderno.
