Los cuestionamientos del mandatario de Brasil a su par chileno por su postura en la Cumbre UE-CELAC evidencian que Boric no encuentra aliados sólidos en la región, dijo el analista argentino Jorge Elbaum. El experto señaló que el sudamericano es un exponente de un «pseudoprogresismo» que juega para los «intereses del neoliberalismo».
La postura del presidente chileno, Gabriel Boric, durante la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en la que demandó a los países latinoamericanos una condena contra Rusia, le generó el rechazo del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, quien atribuyó las posturas del joven presidente a su «inexperiencia» y «ansiedad».
A su regreso de Bruselas, Lula remarcó que no estaba de acuerdo con Boric y consideró que «la falta de costumbre de participar en estas reuniones hace que el joven sea más sediento, que tenga más prisa» en este tipo de eventos.
«Creo que Lula puso en palabras, básicamente, una sensación que atravesó a los referentes de América Latina en sus distintos países, sobre todo por su insistencia (de Boric) en tratar de condenar a Rusia cuando es obvio que el conflicto que se viene desarrollando en el este europeo es el resultado de la prepotencia de la OTAN —Organización del Tratado del Atlántico Norte— y de las ambiciones de EEUU por desmembrar y debilitar a la Federación Rusa«, subrayó Elbaum.
El sociólogo, periodista y académico argentino señaló que el presidente de Chile ha resultado «cuestionado» tras la cumbre UE-CELAC y advirtió que su posición lo va dejando «aislado en su posicionamiento» en el marco regional.
Elbaum identificó a Boric como un exponente de un «pseudoprogresismo» existente en América Latina y Europa que, en realidad, es «una función vacía que juega claramente del lado de los intereses más concentrados del neoliberalismo«.
El analista recordó que el presidente chileno utiliza un argumento «falso» para responsabilizar a Rusia por el conflicto en Kiev, olvidando que la situación «se inició con un golpe de Estado en Ucrania en 2014, que preludió un intento de limpieza étnica que se manifestó en el asesinato, con bombardeos sobre los habitantes de la región del Donbás, hoy integrante de la Federación Rusa, incorporada luego de un plebiscito».
«Eso parece olvidarlo el presidente de Chile […] Debiera ser sensible al asesinato, el etnocidio y el genocidio que vivieron los rusohablantes en la zona este de Ucrania«, concluyó.
Las pretensiones del jefe del ejecutivo chileno en la cumbre UE-CELAC no encontraron eco, ya que los países participantes expresaron su «profunda preocupación» por el conflicto en una declaración, pero no mencionaron a Rusia, como quería el mandatario chileno.
Lula, en cambio, cuestionó que se hayan impuesto «sanciones y bloqueos sin el amparo del derecho internacional» y condenó la «carrera armamentística» que se vive en Ucrania.
El presidente brasileño ha sido, además, uno de los principales defensores de la necesidad de una salida pacífica y negociada del conflicto, en procesos en los que también participen las potencias que proveen de armamento a Ucrania, como EEUU.
@Sputnik
/ Imagen principal: © AP Photo / Geert Vanden Wijngaert